¿Y tienes tú ya identificado qué es lo que quieres transformar en tu vida, en ti, y hacia dónde quieres dirigir esas transformaciones?
Cuando Dios creó al hombre lo dotó con ciertos dones divinos: libre albedrío para saber elegir, raciocinio para diferenciar lo justo de lo injusto, facultad moral para distinguir lo bueno de lo malo y capacidad espiritual para acercarnos a Dios.
El hombre pese haber sido creado con estas dádivas divinas, usó las dos primeras con mayor regularidad y parece que se olvidó del resto; y así, en ausencia de espiritualidad desarrollo la filosofía profana como producto de su mente.
Primeramente, hablemos de Alquimia. ¿Qué es?
Pues es el Arte de la transmutación de las energías y de la transmutación del propio ser, es un proceso de transformación.
La alquimia es una creencia esotérica que está vinculada a la transmutación de la materia. Las prácticas y experiencias de la alquimia fueron clave en el desarrollo original de la química, mientras los alquimistas buscaban la piedra filosofal para transformar cualquier metal en oro.
La piedra filosofal también aparece vinculada al elixir de la vida, una sustancia que permitiría curar todas las enfermedades y posibilitar la vida eterna.
Recuerda que esa piedra filosofal está en ti, simplemente necesitamos identificar nuestras fortalezas humanas y potencializarlas,
Vamos a abrir nuestra mente, nuestro corazón, nuestra realidad, vamos a permitir que emerja esa sabiduría que hay en tí, en mí y en todos.
Sabes los seres humanos siempre vamos a estar expuestos al dolor, al rechazo, a no conseguir lo que deseamos…, pero hay diferentes formas de enfrentarse a ello. En una u otra medida ningún ser humano escapa a situaciones difíciles. Sin embargo, la diferencia entre unos y otros está en la capacidad para elaborar de forma constructiva cada experiencia, de transformar el dolor en evolución.
Debemos tener muy claro lo siguiente: nada externo a nosotros puede salvarnos, algo que entenderemos al mismo tiempo que entendamos que nada externo a nosotros puede dañarnos. Esto es lo que se conoce como Conciencia de Unidad.
Los seres humanos hemos ido “degradando” nuestra naturaleza pura y saludable, en una sustancia llena de impurezas; impurezas que veremos reflejadas en cada neurosis, cada sufrimiento y cada conflicto que experimentamos en nuestra realidad percibida.
¿Que necesitamos soltar dejar ir?
Cultivar una consciencia más expandida y así reducir cualquier limitante que nos condiciona como el miedo. Necesitamos responsabilizarnos hay que luchar por conseguir los sueños, y reconocer que el destino actúa para que podamos hacerlos realidad y que, en ocasiones, no nos damos cuenta de todo lo que tenemos hasta que lo perdemos.
Centrándonos en el aspecto más espiritual de la alquimia, ésta trata de convertir al hombre en oro. Por tanto, se trata de un camino donde lo denso se transforma en algo mucho más sutil, igual que ocurre con los metales.
Desde la antigüedad, el hombre ha perseguido el sueño de hallar esta sustancia legendaria que se dice que es capaz de convertir el plomo en oro. Pero ¿y si esa Piedra Filosofal hubiese estado siempre en tu poder? ¿Y si ese oro estuviera accesible y esperando a que te decidas a transformarlo?
La piedra filosofal es inherente a la naturaleza humana, tan solo hay que tomar conciencia de ella, es esa sustancia que nos permite convertir las dificultades y carencias en aportes de bienestar
Controlar la alquimia se hace pues, la pieza clave para tener una vida equilibrada y coherente. Es necesario abrir la puerta del espíritu a la conciencia, al verdadero altar interior que es nuestro templo y tener una perspectiva amplia de la vida.
Nuestro cometido es llegar a nuestra esencia, y para ello es necesario echar una mirada a nuestra sombra. Lo más importante es ser conscientes de que ninguna transformación es posible sin sacar a la luz lo guardado en la oscuridad. Y con esta oscuridad hacemos referencia a nuestras limitaciones, aquello que nos negamos y aquello que nos avergüenza.
Si queremos lograr un perfeccionamiento espiritual a la manera que dicta la Mas:. debemos cambiar todos nuestros males por valores y virtudes, y así, lograremos un estado de conciencia plena que nos acerquen más a Dios.
Logramos una Transformación Alquímica cuando somos capaces de valorar lo que percibimos, en algún momento como simple o insignificante. Por ende, la forma consciente de amar la vida y ser agradecido con el universo por las riquezas que nos provee.
NO EXISTE LA VIDA PERFECTA. Sin errores, sin dolor, sin piedras en el camino. Sería un absurdo y una completa fantasía pensarlo.
Pero lo que sí es posible es evolucionar nuestra alma y espíritu que trabajaran a tono con nuestra mente y consciencia para vencer cualquier sufrimiento presentado.
La alquimia nos muestra simbólicamente el camino que invita al ser humano a regresar a su auténtica naturaleza, a la conciencia de unidad. En definitiva, nos muestra el camino de la evolución espiritual que nos permite convertir las dificultades y carencias en evolución.
¿Has encontrado ya tu Piedra Filosofal? Logremos esa Transformación Alquímica en Consciencia de Unidad.
Por Raysa Lopez
La Doctora Consciencia